Tal vez sea la segunda o tercera estación que se puede sintonizar en el FM, donde desde las seis de la mañana escucharemos a dos peculiares personajes: Iñaki Manero y Alejandro Cacho.
Cuatro horas de información y diversión inundan la radio en el 88.9 del cuadrante, en un programa sencillamente titulado “Panorama Informativo, primera emisión”. Aquí, los conductores acompañados por Areli Paz, provocan que el público escuche atentamente las reflexiones, críticas y bromas que desarrollan los comunicadores. Es casi imposible no prestar atención a los comentarios y lanzar carcajadas cada cinco minutos.
Sin embargo, lo más peculiar que tiene el programa, es la interactividad que han creado los conductores con los radioescuchas. Leer los comentarios del público, responderlos al aire y hasta discutir virtualmente con el auditorio, generan una reciprocidad del mensaje original.
Tal vez una de las secciones del programa que más llaman la atención es la “Trivia” que realiza Iñaki todos los días, de donde hasta surgió un nuevo personaje en el programa “El doctor Asprón”, quien responde día a día esta trivia acertadamente.
Con todo esto y los otros elementos del programa, se da lugar a una fusión perfecta que desmenuza la información hasta obtener la pura crítica y hasta se crea un partido político ficticio como lo es el partido del “Huarache con costilla”.
Iñaki Manero es uno de esos elementos que incluye el proyecto. Un comunicador que prefiere reservarse el derecho de hablar a multitudes, pero que en el trabajo de la radio se encuentra con toda la confianza para destapar su humor, carisma y reflexión de los hechos actuales.
Tímido y despreocupado por lo que viene, Iñaki Manero se abandera como la muestra de vencer al miedo y conquistar nuestras batallas personales y sentimentales, cuando la radio se convierte en el centro de su vida saltando obstáculos de temor e incertidumbre.
Su formación, su familia y hasta sus gustos se oyen incongruentes ante la actividad que desarrolla hoy en día como apasionado de la comunicación masiva.
EL SUEÑO CIENTIFICO
Iñaki señala que aún no se ha podido contestar porque la radio toma el centro de sus actividades diarias. De niño, adolescente y aun en su juventud, nunca imaginó y mucho menos deseaba involucrarse en la locución, en contraparte le agradaban cosas completamente distintas como la música, el teatro, la biología y la zoología.
En su infancia vivió alternando temporadas en una casa en la colonia Santa María y en un rancho cerca de Zumpango, Estado de México, una granja que era el negocio familiar “con vacas lecheras y todo eso”, recuerda Iñaki.
Creció en un ambiente muy pegado a la naturaleza, “donde de chamacos encontrábamos tlacuaches y ardillas en el camino. Ahora no, apenas y ves pajaritos”, exclama preocupado. Relata que él y sus hermanos siempre llevaban un animal extraño a la casa: una víbora, un águila, “uno de mis hermanos una vez llevó un león”.
El pequeño Iñaki era distraído y tímido, poco atlético, a veces egoísta y muy solitario a pesar de tener muchos hermanos. Dibujando, leyendo cómics todo el día y como el mismo lo describe “siempre en la luna”.
Siempre adherido al mundo natural, éste influyó en gran manera en la existencia del conductor, que con el paso del tiempo se transformaría en su segunda pasión para toda la vida: la ciencia.
“Me quede con muchas ganas de estudiar biología marina”, expresa el comunicador que es un amante de los temas científicos como la astronomía, la medicina, la biología y sobre todo de la “ciencia ficción”. “Esos temas me encantan y siempre pido mano para hablar de esas cosas”. Los estudios que puede hacer acerca de estos temas los hace de forma autodidacta, ya que ha dejado que la conducción de los programas radiofónicos absorbiera su vida.
COMUNICACIÓN Y ROCK
Mas tarde, cuando era adolescente, su mirada se fijó en las artes. La música y la actuación empezaban a inyectar una curiosidad en el joven Manero.
Cuando llegó la hora de elegir una carrera universitaria, Iñaki se decidió a estudiar Comunicación mas que por un gusto por los medios, por dos motivos: complacer a sus padres que tenían una idea tradicionalista de que su hijo tuviera una formación académica y, terminar una licenciatura que él creía era la mas fácil para después seguirse dedicando a sus proyectos personales en un grupo de rock. Después se dió cuenta de que no era así.
Pasando el tiempo durante la carrera, el comentarista de radio tenía que elegir una especialización para dedicarse. Fue cuando uno de sus compañeros de clase lo invitó a que entrara al subsistema de radio, “Me dijo, - Oye, necesitamos abrir el subsistema de radio, pero necesitamos gente, que te parece si le entras, yo se que a ti no te gusta la carrera, que lo que quieres es terminar, esto no te va a llevar mucho tiempo, es radio, es muy tranquilo, muy sencillo y yo te voy a ayudar con los trabajos-, le contesté –bueno, órale va-“.
A Iñaki le fue agradando tanto la radio, hasta el punto en el que abrieron una estación de radio en su propia universidad. Fue la responsabilidad de crear una imagen auditiva y ofrecer los elementos necesarios al radioescucha para que se forme una imagen mental, lo que le provoco una insaciable sed por describir y narrar hechos o conceptos.
Se fue gestando poco a poco respeto y amor por la radio en la vida de Manero, que éste exalta a la radio como uno de los medios mas sencillos, humildes, pero mas creativos, “es el teatro de la mente”.
DESTINO
Al terminar la carrera, el estaba decidido a seguir con los proyectos truncos que habían dejado en la adolescencia, pero nuevamente llega eso que quiere trazar su camino. Iñaki necesitaba dinero y se le presenta la oportunidad de trabajar como locutor en Alfa 91.3 en diciembre de 1989, trabajó en esta estación por cerca de nueve meses.
Posteriormente forma parte del equipo de trabajo de Núcleo Radio Mil en diferentes actividades: haciendo noticias, como coordinador de entrevistas del noticiero de la mañana, luego como locutor en una estación de concepto de los años sesenta, en un programa hablado en ingles y finalmente en Rock 101 con un programa en la noche y en diferentes espacios.
Al cerrar esa emisora en el año 96, Iñaki acude a Grupo ACIR, donde ha participado en diferentes actividades en estaciones de AM como Óxido y de FM como Mix.
Hoy participa activamente en noticias y elaborando una programación para una estación de radio por internet.
Sin embargo, Iñaki aún dice “No había pensado yo dedicarme a esto, simplemente alguien o algo eligió por mi. Pero aquí estoy y muy contento”.
TODOS UN MAESTRO
Muchas personas han pasado por su vida, y han dejado una huella que lo han marcado para siempre. El recuerda a su padre como el gran héroe que cuando era pequeño el deseaba ser.
Profesionalmente, en la universidad fue alumno del maestro Carlos Marín y Martínez Ocampo. Ya laborando en el medio, aprendió de José Bravo Monroy. De gente con la que ha viajado en el tren de la comunicación como Julieta Lujambio, Lourdes Ramos, Lalo Pasquel, Ricardo Rocha, Carlos Loret de Mola, Toño de Valdez, Guillermo Alonso. Pero el periodista con el que se ha identificado Iñaki es con el maestro Guillermo Ochoa. “Guillermo Ochoa creo un concepto en los medios de comunicación de que la información no tiene que ser aburrida, él demostró que se podía echar relajo en un noticiero y es la idea que yo había tenido”.
Sin embargo, siempre Iñaki ha procurado aprender un poco de toda persona que se le presenta, experimentando con los libros, pero sobre todo en la vida de la calle, “el taxista, la persona que te asalta una vez, mis hermanos, mis amigos, una novia que tuve por ahí. Todos forman parte de tu esencia. Todos los que se cruzan en mi vida son un maestro”.
TERROR
En varias ocasiones repite la frase “Quien hubiera dicho que una persona distraída y reservada iba a terminar en una chamba en la que tienes que hablar a la gente”.
Desde pequeño, Iñaki se fue formando como un personaje temeroso, solitario y reservado, él argumenta que es cuestión de personalidad. Y aunque su adolescencia fue como la de cualquier adolescente, descubriendo la sexualidad, el cigarro y los amigos, su distintivo del ser distraído y reservado se fue cada vez mas adhiriendo a su psicología, “Me hubiera agradado que un ovni me raptara”, bromea.
Iñaki confiesa uno de sus grandes terrores, ¡Hablar en público! Hablarle a la gente, ofrecer pláticas y conferencias, son las que lo ponen a sudar y a temblar. Aún estar transmitiendo al aire provoca una sensación de nerviosismo para él, “si no sintiera algo al momento de salir al aire, creo que no tendría caso mi trabajo; quiere decir que no lo hago con emoción, ni con intensidad”.
EVADIENDO LA REALIDAD
Es un amante de la lectura histórica, pero sobre todo del cine de ciencia ficción y fantasía. Algunas veces prefiere evadir la realidad y encerrarse en un lugar para “leer un ratito, pensar y dormirme con el libro en las manos”, agrega. “Me gusta imaginar cosas y a veces escribirlas. Me meto en situaciones imaginarias, fantasía de lo que veo en la calle o lo que veo en la gente”.
“Desde luego, tengo una familia. Hay que atender a la familia, aunque a veces no puedes estar ahí. Convivir con mi hijo, hacer la tarea con él. Él sabe que no esta solo”.
Iñaki opina que es como la ley de la selva, “te tienes que adaptar. Ellos también se adaptan”.
“A veces es triste, a veces si los extrañas, pero son cosas que tienes que hacer, es a lo que te has dedicado y ahí donde te ha llevado la vida”, señala un poco melancólico.
“Algún día se que tendré tiempo para otras cosas. Cuando yo me retire estaré escribiendo, viendo al mar, pero ya con el tiempo suficiente para dedicarle, para reponerle lo que no me dieron”, asegura.
LO QUE FALTA
Iñaki dice que los seres humanos somos inacabables, es un ser que se va haciendo y se termina de formar con el tiempo, nunca terminando de hacer, de aprender o de saborear las cosas.
“Uno nunca termina de hacerse, los sueños nunca terminan de crearse. Entonces cuando llegue el final de tu vida probablemente te morirás en paz, pero no te iras tranquilo porque según tu hiciste de todo. Siempre habrá algo más, siempre existirá un sueño mas, siempre habrá un deseo, siempre alguien más a quien ayudar, algo más que hacer. Un te amo, un perdóname, siempre habrá mas”, concluye.
Octubre 2006