Siempre sucede. Llegó el aniversario de tus padres, el
cumpleaños de pareja o navidad y no tienes ni la más mínima idea de qué será lo
que regalarás. Llega el día y lo ves en su rostro, el obsequio no es lo que
esperaba. Bueno, quizá el otro año encuentres algo mejor.
Sin embargo, existe una opción con la que los calcetines y
bufandas pasarán a segundo plano: regalar experiencias.
Wishbird es una startup que se dedica a construir un nuevo
concepto de regalo para todo tipo de personas, recopila estos servicios, los
publica en su plataforma digital y los divide por regiones y categorías a fin
de que los usuarios encuentren la mejor experiencia para regalar.
La página web ofrece desde exclusivas cenas románticas,
relajantes días de spa o catas de chocolate, hasta emocionantes vuelos en
globo, conducciones en Ferrari o nado con tiburones.
“La idea de Wishbird es ayudar a la gente a ser feliz, a
vivir experiencias diferentes, una vida cotidiana mucho más dinámica y única”,
señala Cristina Amezcua quien, junto a su esposo, desarrolló la idea que en
sólo tres años ya cuenta con una amplia red de proveedores de servicios
turísticos, gourmet, entre otros.
La selección de experiencias es rigurosa a fin de que sus
clientes encuentren lo que exactamente buscan y queden completamente
satisfechos.
“Usamos dos criterios en la búsqueda de experiencias, poner
atención a lo que la gente está comprando en nuestra plataforma y qué es lo que
la gente está pidiendo. Buscamos que los proveedores sean de calidad, sean
formales en el sentido fiscal y que puedan soportar la carga de venta que
podamos generarle”, explica la emprendedora.
La empresa mantuvo un crecimiento promedio del 20% mensual
al cierre del 2014 y tiene altas expectativas para el cierre del año en curso.
Sin embargo, uno de los retos con los que se han topado es
el desconocimiento del comercio electrónico y las operaciones bancarias través
de internet.
“Se trata de romper las barreras para que la gente se anime
a meter los datos de su tarjeta de crédito y utilizar los medios digitales. Ha
sido un reto para todos los e-commerce el tema de confianza”, puntualiza Cristina
Amezcua.