26 agosto 2011

2. Recuerdo de abrazos y besos


Si tan sólo supieras lo mucho que necesito tenerte a mi lado, tan siquiera saber que piensas un poquito en mi, un poquito en aquellas mañanas que regalé a tu lado.

Hoy desperté y sólo pude recordar las horas y horas en aquellos parques, en las caminatas, en las calles de esta gran ciudad que atestigüo los miles de besos con los que te inundé, esos besos en los cuales concentré todo mi cariño y amor, donde depositaba mi total atención y así percibir ese impulso tan eléctrico que provocaste en mí.

Miles de besos que me hicieron vivir tu aceptación, tu afecto, tu sinceridad y tu amor; algunas veces no cerré los ojos pues me encantaba ver que tu también podías sentir eso que me fascinaba.

Tus abrazos saturaron mi ser de felicidad, de una intensidad que me revitalizaba cuando todo estuvo mal, cuando mis ideas eran confusas y aún cuando no podía ver claramente el panorama, tus abrazo me cambiaron la vida, y sin una sola palabra me dijiste mucho, me amaste.

Y me quedó solo el recuerdo, del suave abrazo, del tierno beso, y del momento de amor.

20 agosto 2011

Y que sólo sé escribir...


Cualquiera puede agarrar una hoja de papel y pluma, garigolear con líneas y curvas algunas letras, hacer uso del recurso semiótico y semántico de las letras, de las palabras, de las oraciones, de párrafos y textos enteros.

Yo también puedo hacerlo. Seducido por la capacidad de la escritura para ser plasmada, recordada, consultada una y otra vez; una coma, dos puntos, un acento y puntos suspensivos…

Un número y una ciencia exacta no bastan para explicar el mundo, es necesario traducir la dureza matemática y la complejidad del discurso en líneas escritas que hagan entender la importancia de esos dígitos y nombres científicos.

Traducir es mi trabajo, trocar lo incomprensible a las multitudes, no importando si para ello tengo que escribir mil veces lo mismo con innumerable sinónimos, tomar fotografías en diferentes planos, hacer múltiples movimientos de cámara o estilizar la voz para los radioescuchas.

Reproduzco realidades, símiles que construyen empatía en el lector para verse en un cristal que refleja su mundo y vida, rodeada de música y gobernabilidad, de estilos y deportes, de bélicos y juguetones.

Ignoro el funcionamiento de mi computadora, de los proyectos del nuevo Director Técnico de la selección, o sobre las causas genéticas de la fibrosis pulmonar idiopática; pero esa es mi labor, y no reposaré las pocas horas que sobran hasta encontrar la respuesta, hasta leer, ver o preguntar para obtener la información necesaria en mi tarea como comunicador.

No sé cómo construir una casa, fabricar un mueble o arreglar un televisor. No tengo ni la más mínima idea de cómo hacer diagnósticos clínicos, ni como elaborar complejos algoritmos que automaticen un refrigerador y mucho menos escribir canciones en la guitarra vieja colgada en mi habitación.

Sólo sé tomar la pluma y escribir lo que ocurre alrededor; pasarme horas en compañía de Pérez Galdós, de Carlos Fuentes, de Leñero, de Kapuscinski y otros locos; imaginar, formar ideas y rayarlas en papel.

Y eso es lo único que sé hacer, sólo eso: escribir.

16 agosto 2011

Eres tú

¡Las últimas semanas han sido realmente agotadoras!

Entre tanto agobio, paro un momento, me detengo, apago la radio que me inyecta de la información matutina, cierro las ventanas de mi explorador y queda sólo ésta, me despreocupo de separar la basura que tanto ya insisten los del camión, ya saldré después, me relajó en este sillón, disfruto una deliciosa canción que inmediatamente susurra a mi corazón, cierro los ojos y en un largo suspiro dejo que el momento me llene.

"Sencillamente..."

Y tan sólo un poco más de energía, de vitalidad, de fuerza, de pasión y entrega.

Por tí y por los que amo.

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